¿Que Dice tu Selfie sobre Ti ?





Ódialas o ámalas, pero no puedes evitar que aparezcan es un hecho: las selfies están apareciendo por todas partes. Millones de ellas se toman todos los días y probablemente te haz tomado más de una. Pero hay más significados que se encuentran en este fenómeno de las redes sociales y revelan mucho acerca de nuestros deseos humanos más básicos.



Las redes sociales suelen ser divertidas. Es una gran manera de mantenerse en contacto con amigos y familiares, y se ha convertido en una parte integral de nuestra cultura. Hacemos que la comprobación de nuestro Instagram, Facebook o Twitter sea parte de nuestro diario (o por horas) de rutina. Esto nos permite mantenemos al tanto del mundo y de la vida de las personas cercanas y no tan cercanas a nosotros. Estas no son cosas malas, pero siempre es bueno a veces dar un paso atrás y preguntar "¿por qué?" La respuesta podría revelar mucho sobre quiénes somos y ayudarnos a entendernos mejor a nosotros mismos.

¿Por qué publicamos lo que publicamos? Para llegar al "por qué", es útil comenzar primero con el "qué".

Mi selfie, ¿Mi Ser?
Solía ​​ser que si querías un autorretrato, tendrías que sentarte durante horas, mientras que un artista pintara o dibujara la cara con minucioso detalle. Como la tecnología ha evolucionado, los móviles con cámaras frontales han hecho el autorretrato tan fácil con un solo clic (es decir, si usted puede conseguir ese ángulo perfecto en el primer intento). Y con facilidad se presentan más oportunidades. Tomar un selfie toma tan poco esfuerzo que lo hacemos sin pensar en el por qué. Todo el mundo lo está haciendo. Y tú también.

Un selfie que representa a sus seguidores. Los diferentes tipos de selfies transmiten diferentes mensajes. En Snapchat, es posible publicar una cara graciosa. En Instagram, sería más probable que publicars una foto tuya en un nuevo equipo. Con cada selfie, estás desarrollando una autoimagen de medios de comunicación social.

La auto imagen es importante para nosotros. Nos importa lo que piensen los demás. Es por eso que nos vestimos y actuamos de cierta manera. Nos sentimos cohibidos cuando pensamos en que las personas nos perciben de manera diferente a cómo queremos ser vistos.

Las redes sociales nos solo dan una nueva forma de gestionar nuestra propia imagen, sino que también crean aún más presión para presentar una imagen perfecta de nosotros mismos a los que nos rodean. Los teléfonos celulares nos permiten tomar varias imágenes hasta que consigamos el ángulo perfecto. Y los filtros de Instagram puede hacerse cargo de una gran cantidad de ellas.

Preocuparse por su auto imagen no es siempre una mala cosa. Se convierte en un problema cuando se toma demasiado en serio, por eso las selfies son criticadas con frecuencia como el máximo ejemplo de narcisismo salvaje en nuestra cultura. Un narcisista es alguien que está centrado en sí mismo y desea mucha admiración y la atención de los demás. Tomar una foto de ti mismo, no significa automáticamente que eres egocéntrico. Pero tal vez la gran cantidad de tiempo que pasamos posando y preparando cada selfie revela el deseo más profundo de presentar una versión idealizada de nosotros mismos en el mundo. Incluso en SNAPCHAT, donde enviamos fotos menos cuidadas, cada instante es una demostración calculada del "yo interior" que comparte solamente para los amigos mas cercanos.

Afirmación, por favor
Si una imagen de Facebook no recibe ningún ¨me gusta¨ dentro de unos pocos minutos, te comienzas a preocupar. Si pasa más el tiempo la eliminas. ¿Por qué? Debido a que el número de gustos y comentarios determina en cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos. También demuestra cómo buscamos naturalmente afirmación de los demás. Queremos que la gente nos cuenta, nos aprecia, y pensamos que nuestro aporte es significativo. Se siente bien cuando la gente nos reconocen por comentar en nuestro muro o comparte lo que hemos publicado. Cuando no obtenemos una respuesta, suponemos que algo debe estar mal con el post-lo que significa que algo está "mal" con nosotros. Así que elegimos selectivamente lo que publicamos al fin de mantener nuestra imagen de nosotros mismos y al mismo tiempo recibir el importe máximo de afirmación.

Un caso malo de FOMO
¿Cómo sería el mundo si se basara sólo en nuestros puestos de redes sociales? Todo el mundo siempre estaría sonriendo, y siempre estaríamos haciendo algo que nos gustaría estar haciendo, también.

Pero la vida no es tan simple como la presentamos en las redes sociales. Hay muchas cosas que pasan entre una foto impresionante de ustedes con sus amigos a la siguiente selfie y la siguiente. La gente sólo publica las más "cool" o partes más emocionantes de sus vidas, y esto lleva a FOMO (Fear of Missing Out): el miedo de perderse de algo que los demas están disfrutando. Vemos la diverción que otras personas están teniendo, así que tenemos que poner un gran cuadro para demostrar que estamos haciendo cosas interesantes también. Lo que realmente estamos haciendo es comparar nuestras vidas llenas de "lo mejor de" con la de otras personas, y es lo que nos convierte en seres insatisfechos. Los ¨me gusta¨ de nuestros mensajes nos hacen sentir como que lo que estamos haciendo es digno de nuestro tiempo, y que no nos estamos perdiendo de algo mejor que sucediendo en otros lugares.

Encontrar la fuente de tu selfie
Los medios sociales se tratan de compartir a nosotros mismos con nuestros seguidores. El problema es que nuestras cuentas de medios sociales no pueden contener el cuadro completo de lo que somos. Somos lo qué enviamos es importante por esa razón elegimos cuidadosamente las selfies y editamos lo mejorposible para dar forma a nuestra imagen y recibir la afirmación que deseamos. Nos editamos nosotros mismos en nuestra línea de vida, pero las redes sociales hacen que sea más fácil de hacerlo y presenta una imagen en particular a muchas personas a la vez.

Nunca vamos a encontrar el descanso y la paz si estamos en constante búsqueda solo de la afirmación humana . Tenemos que encontrar nuestro significado y afirmación en otro lugar, y eso es en Dios. Nuestra cultura nos llama a actuar y presentarnos a nosotros mismos de ciertas maneras. Pero las selfies y los medios de comunicación social son cosas que pasarán. Dios es para siempre, y también lo es su amor. Podemos estar seguros de que Dios nos ama más que cualquier doble toque pudo demostrar, que él nos ve sin filtros y aún nos llama su ¨amada¨.

No dejes que lo que se publica en las redes sociales sea lo que te define. No te preocupes por el número de ¨me gusta¨ y los comentarios que recibas. Está bien que quieras compartir tu vida, pero compartirla y saber quién eres en Cristo no hay competencia y sobre todo que no estás perdiendo con Dios.



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