Ya no fueron más ordinarios o mediocres, se convirtieron en hombres y mujeres de Dios - firmes en la fe e instrumentos del poder de Dios.
Hoy en día, el mismo Espíritu Santo con su poder transformador, está disponible para cada uno de nosotros. Sin embargo, trágicamente, multitudes de cristianos van por la vida sin experimentar la vida abundante y fructífera que Cristo prometió a todos los que confían en él.
En esta lección, usted examinará los motivos por lo que pocos cristianos han experimentado la llenura del Espíritu. Y usted tendrá la oportunidad de considerar los obstáculos que pueda haber erigido entre usted y Dios. Les insto a mediar y reflexionar sobre la forma en que pueden aplicar a su propia vida.
Batallas del Corazón
¿Cómo se describe Pablo a sí mismo en Romanos 7:19-24? ¿Cómo ésta descripción te hace sentir?
En sus propias palabras, explique por qué tantos cristianos son infelices, según Gálatas 5:16-17.
¿Por qué la batalla se pierde a menudo?
De acuerdo con cada uno de los versículos siguientes, escriba una razón por la cual tan pocos cristianos están llenos del Espíritu Santo. (Salmo 119:105, Proverbios 16:18, Proverbios 29:25, Lucas 9:26)
¿Cuál es otra barrera entre usted y el Señor que le impide ser lleno del Espíritu? (Salmo 66:18) ¿Qué más nos puede desviar de ser lleno del Espíritu? (Juan 2:15-17)
La falta de confianza en Dios también te guardará de ser lleno del Espíritu Santo. Lea Juan 3:16, Romanos 8:32. Describir cómo le ayudan estos versículos a usted para confíar plenamente en Dios.
Básicamente, la razón por la mayoría de los cristianos no están llenos del Espíritu Santo es que no están dispuestos a renunciar a sus voluntades por hacer la voluntad de Dios.
Aplicación a la Vida
Examine el diagrama anterior y describa cualquiera de estas, u otras barreras que se interponen entre usted y Dios.
En oración considere, y responda a esta pregunta: "¿Estoy dispuesto a entregar mi voluntad a Dios"
Si es así, haga esta oración con todo su corazón para traer de vuelta su vida a Dios.
Querido Padre, te necesito. Yo reconozco que he estado dirigiendo mi propia vida y que, como resultado, he pecado contra ti. Te doy gracias porque has perdonado mis pecados a través de la muerte de Cristo en la cruz por mí. Ahora te invito a tomar de nuevo tu lugar en el trono de mi vida. Lléname con el Espíritu Santo, como que me has mandado. Te lo pido en el nombre de Jesús. Como una expresión de mi fe, te doy las gracias por tomar el control de mi vida y por llenarme con el Espíritu Santo.
Adaptado de Los 10 Pasos básicos hacia la madurez cristiana , por Bill Bright, co-fundador de Campus Crusade for Christ. © Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Todos los derechos reservados.
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